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Leire Pérez Dezcallar

Perez Dezcallar

Artista multidisciplinar especializada en instalación. Utiliza jardines y bosques como metáforas para crear laberintos y espacios vegetales que contrastan el mundo controlado humano y el mundo salvaje vegetal. Su obra presenta formas orgánicas combinadas con fragmentos de rostros y miradas. Utiliza diversos materiales, especialmente metacrilatos y madera fina, para crear imágenes fragmentadas. Ha participado en exposiciones y actualmente realiza su tesis doctoral en instalación escultórica.

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Bosque interior II

PAINTING

Óleo sobre madera tallada.

150 x 56 cm x 4 cm

"Bosque interior II" es un óleo sobre tablero que muestra un bosque imaginario con raíces entrelazadas que simbolizan la comunicación entre el mundo vegetal y humano. La obra destaca la importancia de conocerse a uno mismo para entender a otros seres. Los tonos azules evocan la memoria y la conexión con la naturaleza. La pintura desafía a reflexionar sobre las relaciones y vínculos con el entorno.

 "Bosque interior II" es un óleo sobre tablero que muestra un bosque imaginario con raíces entrelazadas que simbolizan la comunicación entre el mundo vegetal y humano. La obra destaca la importancia de conocerse a uno mismo para entender a otros seres. Los tonos azules evocan la memoria y la conexión con la naturaleza. La pintura desafía a reflexionar sobre las relaciones y vínculos con el entorno.
 "Bosque interior II" es un óleo sobre tablero que muestra un bosque imaginario con raíces entrelazadas que simbolizan la comunicación entre el mundo vegetal y humano. La obra destaca la importancia de conocerse a uno mismo para entender a otros seres. Los tonos azules evocan la memoria y la conexión con la naturaleza. La pintura desafía a reflexionar sobre las relaciones y vínculos con el entorno.

Bosque interior I

PAINTING

Óleo sobre tela, díptico

50 x 150 cm / 50 x 150 cm

"Bosque Interior" es un díptico de óleo sobre tela que muestra un paisaje subterráneo y un bosque imaginario oculto con raíces entrelazadas. La pintura simboliza la interdependencia entre el mundo vegetal y humano. Los tonos azules evocan la memoria y la importancia de comunicarse con los demás. La obra invita a reflexionar sobre nuestras conexiones con la naturaleza y el aprendizaje del "otro" desde la ficción.

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